La alimentación que seguimos, nuestro estilo de vida, y la actividad física, así como nuestros niveles de estrés y nuestros niveles de cortisol influyen enormemente sobre la tensión arterial y el colesterol.

Si has llegado a unas cifras elevadas y has tomado la decisión de tomar parte en el cuidado de tu cuerpo, felicidades: es el momento de reconducir la dieta y aprender.

Suele darse con frecuencia, el síndrome metabólico que puede ser la concurrencia de estas dos patologías con resistencia a la insulina, diabetes o exceso de peso. En cualquier caso, tanto para la prevención de estas patologías como para el tratamiento, debemos ser conscientes de nuestro poder a la hora de mejor sus valores.

En cada caso hay que ver qué factores están influyendo y adaptar la dieta, a unas pautas realistas que podamos integrar en nuestra vida teniendo como modelo una dieta DASH, Antiinflamatoria.

Cuántas estatinas habré dispensado en la Farmacia, y lo digo con dolor… porque es la alternativa fácil, rápida y, a mi modo de ver, en muchísimos casos, la mala solución. Un medicamento así, en un perfil de paciente que cuidándose, tomando parte activa en su salud y sin poner en riesgo su vida o con alternativas con muchos menos riesgos y efectos secundarios como los ácidos grasos omega 3, la levadura del Arroz rojo (astaxantina) entre otros (siempre bien pautados por un profesional), podrían recuperar la salud, aprender a cuidarse y no venir mes tras mes a por las estatinas cada vez en dosis mayores.

En casos de hipercolesterolemia familiar, a pesar de ser genética, esto no nos exime de un cuidado mayor sobre nosotros. Así como el perfil lipídico y la hipertensión.

En caso de estar medicado, o que aún estemos a tiempo de evitar la medicación, gracias a mi formación como farmacéutica te puedo ayudar mejor en este campo.

¿Te animas?